domingo, 2 de agosto de 2009

Que los tapones...

Me siento una persona mucho más sana desde que comencé a hacer ejercicio diario (bueno, miento, de lunes a viernes). Nunca antes había escuchado del rowing (o remo). Resulta ser una máquina un tanto larga donde simulas ir remando, por lo que ejercitas piernas, abdomen, brazos y espalda. Al parecer todo el paquete y la actividad más completa después de la natación -si ya hice toda mi investigación en Wikipedia, ¿qué me creen?-.

Aquí esta una imagen de lo que viene siendo la máquina:



Bueeeeeno, teniendo esa introducción ahora sí pasaré al tema principal. Como todos ustedes pueden imaginarse, uno siendo mujer pues presenta una pequeña hemorragia cada mes (llamada menstruación/regla/Andrés/etc.). Conociendo la mentada máquina pueden imaginar, también, que implica mucho movimiento corporal, por lo que el usar toalla sanitaria (o Kotex, miren qué propia ando hoy eh) no es una opción -a menos que no les importe terminar irremediablemente manchados al punto del resbalón-.

¿Entonces a qué recurre una mujer cuando necesita una buena protección y comodidad en situaciones donde habrá mucho movimiento implicado (y no, no hablo del sexo)? ¡Un tampón! Sí, siendo sincera nunca en mi vida había usado uno... me parecía un tanto complejo el proceso de ponértelo, y si no me creen vean este diagrama:


¿A poco no impresiona? Yo estaba así O_O cuando leí las instrucciones en la caja y examiné el dibujo, pero creo que no tenía mucha opción. Me mentalicé toda la noche anterior e incluso puse el despertador 15 minutos antes de la hora normal porque pensé "por si el proceso es TAN complicado que no puedo hacerlo rápido". Estaba realmente asustada y con mucha incertidumbre, con decirles que un día antes le pregunté a todas mis amigas cómo usarlos, busqué videos en Youtube para instruirme y consulté foros de preguntas frecuentes.

Pues la hora llegó... Me pongo en posición -no sin antes probar como 8 distintas entre parada, sentada, con una pierna al aire y demás-, saco el tampón de su envoltura (que es como una especie de jeringa)... Ahora, a buscar el orificio como en la imagen... Err... ¿Orificio? ¡Tengo como 5 allá abajo! Uno... Dos... Supongo que es este, sí... Muy bien, introducir... Mmm... ¿Ya? ¡¿Tan rápido?! Ooooooook... Ahora "inyectarme"... Sacar lo que se debe de sacar... Oh, un hilo me cuelga y no siento nada dentro... O_O ¡WOW!

Debo confesar que es muy cómodo pero no puedes evitar hacerte preguntas estúpidas como "¿y si se me mete todo?" o "¿y si se rompe el hilo?" o "¿y si se me sale en un esfuerzo?". ¡Pues no! No hay nada de qué preocuparse, es muy seguro, el hilo es fuerte y de lo único que debes estar al pendiente es de cambiarlo cada 4 horas aproximadamente.

Ahora que el sacártelo es OTRA historia, pero no les contaré tantos detalles porque de por si la inserción pudo haber sido algo traumática para algunos.

Los dejaré con la imagen.

Piensen que ya no estoy en mis días y que no tendré que recurrir a los tampones hasta dentro de un par de semanas más. ¡Cuídense!

PD. Cuando fui a comprar los tampones, el letrero de la Farmacia decía "Tapones a 30% de descuento". ¡TAPONES! Jaja, sinceramente eso es lo que son.